No es que mi vida laboral, sea de las más extensas...pero tras unos cuantos años dando el callo, y por fin más o menos estabilizado en un puesto de trabajo..compruebo cual es la mayor de las paradojas del mundo del obrero y el patrono.
Sin duda, los obreros más escandalizados por los derechos de los mismos, y más comprometidos en la lucha de las injusticias...son al fin y a la postre los menos indicados para hablar. Suelen ser los tipos más vagos, también son los más envidiosos, los que protestan por hechos irrelevantes y son los primeros caciques dentro del trabajo (más aún que las mismas cabezas). Da que pensar cómo se comportarían si se vistiesen bajo la piel de capataz...
Quizá algunos hayan topado con un trabajo que ni les recompensa, ni les llena, ni era para lo que se habían intentado preparar muchos años. Pero es la realidad, y no la aceptan de modo que toda esa imcomplacencia estalla por algún que otro lado, salpicando de mierda a todo lo que a su alrededor se halla.
Otros se lamentan de no haber encontrado una estabilidad laboral en su vida, pero hay destinos que no son fruto de la casualidad..." normal majete, si con esas trazas, ese ritmo de trabajo, y ese no parar de hablar, quién te va a querer contratar..."
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