Una tarde de viernes,
encerrado en casa,
mientras el agua de una intensa lluvia repica sobre los cristales,
me atiborro de whisky barato,
mi mente comienza a llevarme a mundos extra-orbitales.
Agarro el turismo para dirigirme al primer pub,
que no es otro que el Manhattan de La Cabrera.
Allí, más sólo que un pimiento del Bierzo,
pido una copa mientras observo la escasa fauna,
que pulula por el local.
Al cabo de una media hora, una enorme chica morena,
rumana, se me acerca para intentar establecer una charla.
Es Raluca, de portentoso culo y más sola que la una....
Bla bla bla, y al final la llevo al monasterio que hay junto al cementerio.
Qué lengua más juguetona...que pedazo de señor culo,,,
cuanta hambre tienen sus dos agujeros....
Carnaza, placer....calor en los asientos traseros....
Un poco de carne dura, qué poco piden algunas !!!!!
Todo tuyo hija mía......hay tantas pichas llorando por ahi como
para que andes comprando consoladores !!!
Rumanas y polacas, la salsa de la vida !
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