Pili Flaca

Oh Pili,
cuantos pajotes pensados en ti,
cuantos torrentes de lefa soñando con tu lengua juguetona.
Recuerdo aquel día que andabas haciendo la masa de las rosquillas,
y creaste una con forma de polla que agarrabas con dos manos.
Cuantas veces me he muerto de gusto al correrme,
soñando que te follaban muchos tios y te comías todas las pollas.
Ya lo decía mi abuelo, tú y tu hermana érais más putas que las gallinas.
Si te cogiera ahora, te llevaría a un descampado y te trataría como a una ramera barata.
Todo esto lo pensé esta mañana de domingo caminando por el Ventorrillo.
Cogí mis bártulos y me largué a la sierra,
a soñar, a descubrir nuevos parajes aptos para mi descubrimiento.
Cuando veías una peli, te ponias de lado con todo tu amplio culo de costado.
Embutida en tu chándal, tus filetes de pollo con sabor a mucosa bien mostrados.
Sabías que tus hijos y tu marido andaban por la calle.
Acerqué mi polla tiesa,
y tu te bajaste las bragas, tu húmedo culo se abría y se cerraba pidiendo carne,
tu cara de viciosa me ponía super cachondo.
Me pediste por favor que te la metiese,
yo estaba como loco y lo hice,
el gusto fue supremo,
nunca había follado con una hembra tan cachonda y sedienta de picha.
Cuando me estaba corriendo, te apartaste para darme tu boca abierta,
largué toda mi leche en tu juguetona boquita de zorra,
Oh pili, si hubiera tantas putas como tú, el mundo sería algo aún más maravilloso.