jueves, 27 de marzo de 2014

Calle Uria

En Oviedo, la arteria principal es la calle Uría.
Vetusta y loada,
comercial y deseada,
es la calle más lustrosa de una pujante sociedad.
Allí, acicaladas maduras barren con sus abrigos de zorro,
el escaso polvo de las aceras,
portales decimonónicos amparan los devenires,
de los provincianos adinerados y temerosos al que dirán,
fragancias atrayentes concitan deseos carbonatados,
nalgas de viejas retiradas hacen flip flap al caminar,
que bizarros jóvenes idean barruntar.
Así es la calle más lasciva de europa,
joyas escapando al centro de gravedad,
provocan lujuria entre la salida comunidad,
de obreriles y descarriados.
En la prensa, cien anuncios de rameras ofrecen reclamo,
los pudientes son felices a golpe de billete,
entre sábanas de céntricas y marginales pensiones,
el clima fresco y húmedo, fomenta las erecciones,
y el cándido alma astur de las damas,
no es sino la espita que abre las compuertas de una oleada de escarnio carnal.
Así soys las asturianas de postín,
calienta nabos de nivel y folletín.
Oh magnas rubias de bote,
salís a la calle soltando vuestras doradas melenas,
sin pensar en los inorportunos levantamientos armados,
que deliran con vuestros cuerpos postrados.....

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